Baúles de deseos
Almarjos y barrillas que recorren las calles
dejando a los humanos en casa
y a los abrazos con ellos.
[...]
Ahora más que nunca nos hacemos promesas de no dejarnos nunca y de dejarnos ir siempre,
a cualquier parte,
a cualquier calle,
a cualquier terraza,
a cualquier abrazo,
porque sabemos que vamos a volver
(siempre).
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